viernes, 25 de junio de 2010

LOS VIAJES DE MARCO POLO


Los viajes de Marco Polo, conocido también como El libro de las Maravillas o El Libro del Millón: acortamiento de El Libro del Millón de costeras de Oriente: Japón, India, Sri Lanka y el Sudeste de Asia, así como la costa oriental de África. El cuarto libro trata de las guerras que mantuvieron poco antes entre sí los mongoles, y describe también algunas regiones bastante más al norte, como Rusia.

El libro alcanzó un éxito nada frecuente en la época anterior a la invención de la imprenta. Se tradujo a varias lenguas europeas ya en vida de su autor, pero los manuscritos originales se han perdido.

Puede decirse sin duda, que es un documento importante, cuya lectura nos introduce de facto a la mentalidad predominante en el occidente cristiano medieval. El libro está más allá de la simple anécdota, una multiplicidad de significados lo rodea.
En tanto que narración de lo maravilloso, el libro de Marco Polo es un espacio en donde, y desde donde se observan la vida y costumbres de seres que no están sometidos a los rigores de una ética cristiana. Es un espacio aparte, en el que el pecado (frecuentemente el de la lujuria) no es considerado como tal. Es como una proyección de los temores, pero también de los deseos, de ciertas libertades negadas al occidente cristiano-medieval, antes que una descripción de los rasgos principales de las distintas culturas de oriente.

Asimismo, es una descripción de algunos “oasis cristianos”, en medio de un espacio hostil, lleno de sarracenos, "desiertos diabólicos y bestias". Basta ver algunos milagros que se relatan en él, como el de los cristianos que con sus oraciones mueven una montaña ante los ojos estupefactos del Califa de Bagdad para salvarse de la muerte, así como la referencia continua al reino cristiano del Preste Juan, acosado siempre por infieles.

Es en fin, un anecdotario de magias, hechizos, encantamientos y sortilegios, que lindan con lo diabólico, y que vendrían a ser algo así como la contraparte a los milagros realizados ante los mencionados “oasis cristianos”, con ayuda del demonio y por tanto asociados a lo idolátrico, perverso y cruel.

Así se tiene que lo maravilloso, de origen precristiano, puede verse como una forma de resistencia cultural a la ideología oficial del cristianismo; lo milagroso, como una “normalización” de lo sobrenatural, puesto que se realiza mediante la intervención divina que banaliza la maravilla; y lo mágico, como lo que se debe excluir y combatir, ya que está profundamente ligado a lo demoniaco, lo tenebroso, y peligroso. Todo esto moviéndose en el libro, no con fronteras rígidas, sino como fenómenos mentales que se entrecruzan y mantienen lazos muy permeables entre sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario